Los chipirones en su tinta son parte de mi infancia. Mi abuela nos convidaba todos los veranos a un restaurante que había junto a la playa de Ereaga, llamado Cubita, donde los chipirones eran el plato estrella, a veces también acompañados con merluza frita.
Esta excelente receta es del libro de mi hermana Mónica, que supo reflejar aquellos sabores.
Conchita Jalón era la abuela de mi mujer Marieta. Una mujer adelantada a su tiempo, elegante, con gusto refinado, amante del detalle y sobre todo una excelente cocinera, afición que aprendió de su madre. Tenía sus pequeños negocios y administraba sus dineros, lo que le permitió siempre mantener una forma de ser independiente. Dicen que mi mujer tiene mucho de ella.
Como las judías son un poco aburridas, especialmente para los niños, hay que adornarlas un poco como ella hacía. Esta receta es asombrosa por lo simple y rica que es.
Esta es una de mis ensaladas favoritas. Como es contundente, sirve de plato único para cenar.
Hoy seguimos con la cocina tradicional…pero de Japón. La Ita nunca hubiera cocinado este arroz japonés, de hecho, se hubiera referido a él como un “comistrajo”. Sin embargo es un sencillo, perfecto y original acompañamiento para carnes a la plancha.
Hoy comparto una receta de pollo al ajillo, de toda la vida. Simple, económica y sana.
Esta sopa de verduras me la enseñó a preparar mi suegra Arabela. Es muy fácil, ligera e imprescindible para la operación bikini. Además, se le puede añadir más ingredientes para darle sabor. En trucos e ideas, os daré algunas alternativas.
Había un restaurante en Ibiza, llamado Cana Joana y situado en la carretera a San José Km 11,9, que era claramente mi favorito. En una preciosa casa ibicenca en mitad del campo, Joana nos daba de comer básicamente las cosas de siempre, pero con una estupenda calidad: patatas ibicencas, carnes y pescados locales…
Uno de sus platos estrella, al menos de los que más nos gustaba, son estos divertidos huevos imperiales.
Gracias Joana
Como todavía hace frío algunos días, este guiso resulta de lo más apetecible. Es sencillo de hacer y si la patata es buena siempre sale bien. Podemos prepararlo con carne de guisar, por ejemplo con falda sale muy buena, o con costillas de cerdo… Pero siempre teniendo en cuenta que si la carne es dura habrá que guisarla un rato antes de añadir la patata.
Como buena vasca, la Ita adoraba las verduras y bordaba la menestra. La preparaba de mil maneras, dependiendo de los ingredientes que encontraba en función de las distintas estaciones del año. Eso sí, siempre naturales. Aquí os dejo un ejemplo.
En la foto Javier Barrios, Jefe de Sala y Jose Antonio Asensi, Jefe de Cocina
El Club 31 siempre fue uno de los restaurantes más emblemáticos de Madrid. Elegante, lugar de encuentro social, con una cuidadísima cocina y un servicio exquisito, rivalizaba con los dos o tres restaurantes mejores de la ciudad.