L’ingegnere Rocío Gómez lleva cinco años viviendo en la ciudad de las siete colinas. Ha tenido la paciencia de hacernos una deliciosa pasta fresca al modo de Bolonia. Hay que tener tiempo y cariño pues se tarda unas dos horas en hacer la salsa, pero merece la pena.
Los macarrones son un plato de mi infancia, junto con los espaguetis con tomate. La Ita los hacía a menudo porque así se evitaba tradicionales discusiones que comenzaban con un “No me gusta”. A día de hoy, no puedo comerlos sin recordar mis primeros sabores.
El secreto está en el tomate. Por favor, hacedlos con un buen tomate. El resto no tiene misterio, pero el tomate los arruinará o los potenciará. Aquí tenéis cómo prepararlos.
Los que me seguís en Instagram, sabréis que estuve hace unas semanas en San Sebastián comiendo en http://www.rekondo.com. Tomamos unas almejas tan ricas, que mi mujer me vino a decir con una mirada retadora: “Ahí queda eso”. Y yo, en temas de cocina, no me amilano.
Seguro que no se hacen así, pero están buenísimas. Básicamente hice unas almejas a la marinera a mi estilo y le añadí fumet de pescado y el arroz. Vamos al detalle:
Casi todo el mundo cuenta con una forma propia de hacer el pollo asado. Tiene su complicación porque depende mucho del horno que tengamos, pero el truco está en que la salsa tenga mucho sabor.
Este es un plato superdivertido de estilo oriental. Se puede hacer con pollo y con otras verduras o setas que tengamos en casa. Lo que lo hace tan sorprendente es la textura del arroz.
La carne mechada es muy apropiada para el verano porque se come fría y la podemos acompañar con ensalada, mermeladas, salsa agridulces como la Cumberland, etc.
Este plato es del libro de recetas de mi hermana Mónica.
Los chipirones en su tinta son parte de mi infancia. Mi abuela nos convidaba todos los veranos a un restaurante que había junto a la playa de Ereaga, llamado Cubita, donde los chipirones eran el plato estrella, a veces también acompañados con merluza frita.
Esta excelente receta es del libro de mi hermana Mónica, que supo reflejar aquellos sabores.
Conchita Jalón era la abuela de mi mujer Marieta. Una mujer adelantada a su tiempo, elegante, con gusto refinado, amante del detalle y sobre todo una excelente cocinera, afición que aprendió de su madre. Tenía sus pequeños negocios y administraba sus dineros, lo que le permitió siempre mantener una forma de ser independiente. Dicen que mi mujer tiene mucho de ella.
Como las judías son un poco aburridas, especialmente para los niños, hay que adornarlas un poco como ella hacía. Esta receta es asombrosa por lo simple y rica que es.
Hoy seguimos con la cocina tradicional…pero de Japón. La Ita nunca hubiera cocinado este arroz japonés, de hecho, se hubiera referido a él como un “comistrajo”. Sin embargo es un sencillo, perfecto y original acompañamiento para carnes a la plancha.
Esta sopa de verduras me la enseñó a preparar mi suegra Arabela. Es muy fácil, ligera e imprescindible para la operación bikini. Además, se le puede añadir más ingredientes para darle sabor. En trucos e ideas, os daré algunas alternativas.