Las patatas bien fritas, mejoran cualquier plato. Y lo contrario también es cierto, unas patatas mal fritas, lo arruinarán.
Es muy sencillo. El truco es freírlas dos veces.
Ingredientes
- Patatas
- Aceite y sal
Preparación
- Cortamos las patas, intentando que los trozos sean de tamaño parecido. Hay personas que las corta en cuadraditos, en medias lunas. Da un poco lo mismo, siempre que el tamaño se parezca.
- Se ponen a freír en una sartén con abundante aceite, pero se fríen con el aceite muy suave, de manera que se “cuezan”. Cuando quedan blandas, y se podrían comer, se apartan.
- Cuando las vayamos a servir, ponemos la misma sartén a fuego muy fuerte. Cuando el aceite está muy caliente se vuelven a echar las patatas, para que se doren.
- Se pone un plato con papel absorbente, y a medida que se van dorando se van sacando, y le vamos añadiendo la sal.
Con la primera pasada por la sartén se trata de que las patatas se hagan. Con la segunda, que queden crujientes. Por eso un aceite suave y el otro muy fuerte.
Trucos e ideas
- Puedes hacer la primera pasada, cuando te venga bien, y solo freírlas por segunda vez justo antes de comer.
- Puedes guardar ese aceite en una aceitera y usarlo siempre que hagas patatas, de manera que no te parezca que lo desperdicias.