Yo tuve una Ita una vez.
Las Señoritas, eran antes, lo que ahora llamamos cuidadoras. Y como para un niño no es fácil de pronunciar, terminó siendo la Ita.
La Ita llegó a nuestra casa en 1961, y murió plácidamente en casa de mis padres cuarenta y dos años después.
Era vasca, y como muchos de ellos, seca y fría, pero noble y generosa como pocos. Le disgustaban las personas (en especial los niños), en el mismo orden de magnitud que amaba los animales.
A medida que fuimos creciendo, pasó de cuidadora a cocinera. ¡Y qué cocinera!
Cuando me independicé, empecé a echar de menos la comida de casa. Y quién mejor que la Ita, para devolverme los sabores de siempre. Y así, receta a receta, fui perfeccionando mi afición. (Además, en aquella época no tenía dinero para comer fuera, por lo que invitaba frecuentemente a mis amigos a cenar. Y claro, era importante que quisieran volver)
Este blog que ahora comienzo, pretende ser un homenaje a la Ita, y por otro lado, un rincón de comida tradicional, la comida de toda la vida.
He sido financiero, ejecutivo de una multinacional y emprendedor. Pero lo que de verdad me divierte es cocinar. Además me parece un acto de amor. No hay nada más reconfortante que ver a tu familia o a tus invitados, comiendo con fruición entre exclamaciones de placer.
Solo cocino lo que me gusta comer y además, como me gusta. Por lo que modifico frecuentemente las recetas. Y como he dicho antes, no soy profesional, solo intento recordar la cocina con la que crecí. Nada que objetar sobre deconstrucciones espumas y sopletes. Pero yo soy más de pof, pof… y esperar.
También querré invitar a amigos aficionados, profesionales restauradores y reposteros. Y os contaré quién me dio las recetas o me las inspiró. Si como algo delicioso, o encuentro algún sitio muy especial, también lo compartiré con vosotros.
En síntesis, más que un blog de MIS RECETAS, pretende ser un rincón de encuentro de triperos, de la comida de siempre.
Espero no traicionar vuestras expectativas.
Alberto Muguiro