Hace unos años, iba a la hora de comer a un gimnasio, momento en que Arguiñano cocinaba en la tele. Y así, salivaba mientras sudaba. Esta receta es suya. Si tengo el honor de que visite este blog, espero que se congratule de la fidelidad con la que he seguido sus pasos. Gracias, Karlos.
Ingredientes
- 800 gr. de Tomate entero, pelado
- ½ Cebolla
- 2 Ajos
- 1 Berenjena
- Laurel
- Orégano
- Guindilla
- Queso parmesano
Preparación
- Se limpian los tomates, quitando las pepitas y la parte de arriba (pedículos), que están un poco duros.
- Picamos la cebolla muy fina y la pochamos en una sartén, con tres o cuatro cucharadas de aceite. Añadimos el ajo muy picadito.
- A continuación, ponemos el tomate, la guindilla y una hojita de laurel. Se salpimenta y dejamos hervir muy despacito.
- En otra sartén, doramos las berenjenas, que se han limpiado y cortado en cubitos, con cinco o seis cucharadas de aceite. Una vez doradas, reservamos.
- Cuando el tomate está casi seco, se echan las berenjenas y se tiene hirviendo todo junto un poco más, tres o cuatro minutos. Si se queda muy seco, se puede añadir un poco de caldo. Añadimos el orégano.
- En abundante agua con un chorrito de aceite y sal, se cuece la pasta al dente.
- Se escurre la pasta y se mezcla todo un par de minutos fuera del fuego.
- Al servir se acompaña con un poco de parmesano.
Trucos e ideas
- Se come con cualquier tipo de pasta, pero a mi me gusta con macarrones o pasta perecida.
- Al día siguiente, si ha sobrado, se rehoga con un poco de aceite y está buenísima.
- Ojo con la guindilla. Conviene probar el tomate a mitad de cocción, y si pica mucho, se retira la guindilla
